lunes, 31 de diciembre de 2012

La fe de un observador Conversaciones con Hugh Nibley

Hugh Winder Nibley (27 de marzo de 1910 - 24 de febrero de 2005) fue un profesor de la Universidad Brigham Young. Sus trabajos -los cuales en su mayoría intentaron dar evidencias arqueológicas, lingüísticas e históricas de las propuestas de Joseph Smith Jr.- aunque no sean posición oficial de la Iglesia de Jesucristo de los santos de los ultimos dias, si son muy tenidas en cuenta por la comunidad.

Escritor y profesor prolífico, de la Biblia y del Libro de Mormón en BYU, tenía fluidez en numerosas lenguas, incluyendo el latín clásico, griego, hebreo, egipcio, copto, árabe, alemán, francés, inglés, italiano y español. Estudió neerlandés y ruso durante la Segunda Guerra Mundial. También estudió inglés antiguo y búlgaro antiguo, y su fluidez en antiguo norse le permitió leer una enciclopedia entera en noruego.

Escribió y dio charlas sobre las escrituras y sobre temas doctrinales, publicó numerosos artículos en las revistas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Su An Approach to the Book of Mormon lo tomó la Iglesia SUD en 1957 como un manual de estudio religioso.

en el video el explica sobre la fe y otros principios del evangelio. un material valioso por su contenido espiritual.





La fe de un observador Conversaciones con Hugh Nibley

domingo, 30 de diciembre de 2012

CUÁNDO, CON QUIÉN, Y POR QUÉ NOS CASAMOS John Bytheway

Recuerdo que hace algunos años alguien me llamo de la revista New Era y me pregunto si estaría dispuesto a escribir un articulo para posible publicación. La edición completa de la revista iba a estar enfocada en la amistad. Cuando me dijeron el tema, me pregunte por qué querrían que yo escribiera sobre este tema en particular. El titulo del articulo era: “¿Por que no tengo amigos? -¡Hermano John, usted fue el que primero se nos paso por la mente!

Entonces si buscan la revista New Era de Junio de 1988, encontraran un artículo llamado: “No tengo amigos”, por John Bytheway.

Mientras escribía el artículo recordé algo que me ocurrió después de una convención de jóvenes a la que asistí. Un Joven con lágrimas en los ojos se me acerco y me preguntó: ¿Qué hago para hacer que la gente me quiera? Lo pensé por un momento, finalmente le dije… “Creo que no puede forzar a nadie a que quererlo, pero tal vez si pueda hacer de usted mismo una persona más fácil de querer. Usted no siempre puede cambiar el corazón y la mente de las personas, pero sí tiene la capacidad de cambiarse a sí mismo.”

A veces como adolescentes o como adultos nos enfocamos en cosas que no podemos controlar. Algunos de nosotros nos obsesionamos tanto por un deporte al punto de que nuestro estado de ánimo se ve afectado por el resultado de nuestro equipo en el último partido. Por ejemplo: Conozco personas que pasan noches enteras sin dormir por que su equipo favorito de la NBA perdió en la final. Personalmente soy hincha del Jazz de Utah, y he tenido que repetirme una y otra vez: John, no puedes poner tus sentimientos en cosas que no puedes controlar.

Unas de las cosas en las que los jóvenes adultos mas piensan es en el noviazgo y en el matrimonio. Aunque muchas personas encuentran rápida y fácilmente a alguien con quien casarse, otros encuentran mucha dificultad en este proceso. Es a éstos a quienes principalmente me gustaría hablar hoy.

Imagínese a usted sentado frente a un gran piano de cola, las luces del salón hacen brillar las teclas y la madera cuidadosamente pulida; el salón esta lleno de personas y usted es quien se sienta en la silla frente al piano. La partitura puesta sobre el piano es una pieza a cuatro manos llamada: Matrimonio (Dueto). Durante la noche algunos se acercan a usted y con una mirada confusa le preguntan:

- ¿Hey, por que no tocas esa pieza?


Usted responde:

- Me gustaría pero es un dúo, necesito que alguien se siente a mi lado y la toque conmigo.

- Bueno, tal vez usted no se esta esforzando lo suficiente; murmuran mientras se alejan...

domingo, 11 de noviembre de 2012

¿Me amas? Jeffrey R. Holland


Jeffrey R. Holland nació el 3 de Diciembre de 1940 y creció en St. George, Utah. Miemtras crecía le gustaron mucho los deportes especialmente el béisbol y jugó en cada equipo que pudo. El fue alumno de la Escuela Secundaria Dixie donde participó en los equipos que jugaron por el campeonato en basquetbol y fútbol y obtuvo honores en fútbol. Basquetbol, atletismo y béisbol. Patricia Terry, quien mas tarde llegó a ser su esposa, fue una animadora de deportes. Ellos estuvieron de novios por dos años hasta que Elder Holland fue llamado a servir una misión en Inglaterra. Mientras estaba en su misión se dio cuenta que quería seguir una carrera como profesor. Sus padres fueron llamados a servir una misión en Inglaterra al mismo tiempo que él estaba allá. Elder Holland regresó a casa de su misión y se casó con Patricia en el Templo de St. George el 7 de Junio de 1963. Elder Holland se graduó con un bachillerato en Inglés de la Universidad de Brigham Young en 1965 y se le dio la oportunidad de enseñar medio tiempo en la universidad mientras trabajaba en su master. En 1966 terminó su trabajo post-graduado en educación religiosa y empezó a trabajar como maestro de seminario para el sistema educativo de la Iglesia. En 1970, Elder Holland fue aceptado en la Universidad de Yale para terminar su doctorado. Al mismo tiempo fue llamado para servir en la Presidencia de Estaca. Para entonces ellos tenían dos niños, Matthew y Mary Alice. David Frank nació después en 1973. En 1974 Jeffrey R. Holland fue llamado como decano de los Estudios Religiosos de la Universidad de Brigham Young. Luego fue llamado como comisionado de educación de la Iglesia y luego fue llamado Presidente de la Universidad de Brigham Young. Mientras era presidente, condujo un número de projectos y ayudó en la construcción del centro de Brigham Young en Jerusalem. El 1 de Abril de 1989 Jeffrey R. Holland fue llamado al Primer Quorum de los Setentas y el 23 de Junio de 1994 fue llamado un Apóstol.



En este hermoso video el Elder Jeffrey R. Holand le da un sentido de lo que debe ser y hacer un disipulo de Jesucristo, La mejor forma de demostrarle nuestro AMOR a Nuestro Salvador,es apacentando sus Corderos y Ovejas.  Este mensaje es para todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días.

Extracto de un Devocional Elder Holland para los Misioneros hecho el 11 de Enero de 2011

 "Y cuando hubieron comido, Jesús dijo á Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Dícele; Sí Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos. Vuélvele á decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Respóndele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis ovejas. Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas" 
Juan 21:15-17

domingo, 14 de octubre de 2012

El grosellero POR EL ÉLDER HUGH B. BROWN (1883–1975)


El grosellero


“Gracias, Señor Jardinero, por quererme lo suficiente para talarme”.

El grosellero

Algunas veces uno se pregunta si el Señor realmente sabe lo que debe hacer con nosotros; algunas veces uno se pregunta si sabe más que Él acerca de lo que uno debe hacer y debe llegar a ser. Me pregunto si podría contarles una anécdota que tiene que ver con un incidente que tuve durante mi vida en el que Dios me mostró que Él sabe lo que es mejor.
Vivía yo en Canadá, donde había comprado una granja que estaba un tanto deteriorada. Una mañana salí y vi un grosellero que había alcanzado aproximadamente dos metros de altura y estaba llegando a ser casi exclusivamente material para leña. No había ningún retoño ni grosellas. Antes de ir a Canadá, fui criado en una granja frutal de Salt Lake City y sabía lo que tenía que sucederle a ese grosellero, de manera que tomé unas tijeras podadoras, fui hasta el arbusto y lo corté, lo podé y volví a cortarlo hasta que no quedó nada, excepto un montón de tocones. Cuando terminé, empezaba a amanecer y me pareció ver arriba de cada uno de esos tocones algo que parecía como una lágrima, y pensé que el grosellero estaba llorando. Era yo entonces un tanto ingenuo (y todavía no he dejado de serlo por completo), lo miré, sonreí y dije: “¿Por qué estás llorando?”. Pensé haber oído hablar al grosellero y creo que le oí decir esto:
“¿Cómo pudiste hacerme esto? Estaba creciendo tan maravillosamente; estaba casi tan alto como el árbol de sombra y el frutal que se encuentran dentro de la cerca, y ahora me has talado. Todas las plantas del huerto me mirarán con desprecio porque no llegué a ser lo que debí haber sido. ¿Cómo pudiste hacerme esto? Creí que tú eras el jardinero aquí”.
Eso es lo que pensé que había dicho el grosellero y estaba tan convencido de haberlo oído que le respondí: “Mira, pequeño grosellero, yo soy el jardinero aquí y sé lo que quiero que seas. No quería que fueras un árbol frutal ni un árbol de sombra; quiero que seas un grosellero, y algún día, pequeño arbusto, cuando estés cargado de fruta, me dirás: ‘Gracias, Señor Jardinero, por quererme lo suficiente para talarme. Gracias, Señor Jardinero’”.
Pasaron los años y me encontré en Inglaterra, donde era comandante de una unidad de caballería en el Ejército Canadiense Británico. Tenía el rango de oficial de campo y me sentía orgulloso de mi puesto. Luego se presentó la oportunidad para llegar a ser general. Había pasado todos los exámenes y además tenía antigüedad. Con la muerte de un general del Ejército Británico, pensé que esa oportunidad se había hecho realidad cuando recibí un telegrama desde Londres que decía: “Preséntese en mi oficina a las diez de la mañana”, firmado por el general Turner.
Salí rumbo a Londres. Entré con gallardía en la oficina del general y lo saludé de forma apropiada, correspondiéndome él con la misma clase de saludo que un oficial mayor suele conceder, algo así como “¡Quítate de mi camino, gusano!”. Me dijo: “Siéntese, Brown”, y añadió: “Lamento no poder hacer el nombramiento; usted lo merece y ha pasado todos los exámenes; además tiene antigüedad, ha sido un buen oficial, pero no me es posible hacer el nombramiento. Deberá regresar a Canadá como oficial de entrenamiento y transporte”. Aquello por lo que había estado esperando y orando durante diez años quedó repentinamente fuera de mi alcance.
Al rato él pasó a otra habitación para contestar el teléfono y yo encontré sobre su escritorio mi historial militar, al pie del cual estaba escrito: “ESTE HOMBRE ES MORMÓN”. En aquellos días no éramos vistos con buenos ojos. Al ver eso, supe por qué no había sido nombrado. Él regresó y dijo: “Eso es todo, Brown”. Lo saludé de nuevo, pero no con tanta gallardía, y salí.
Abordé el tren y volví a mi pueblo, que estaba a ciento noventa kilómetros de distancia, con un corazón entristecido y con amargura en el alma. El rechinido de las ruedas parecía decir: “Eres un fracasado”. Cuando volví a mi tienda, estaba tan amargado que tiré la capa y el cinto sobre el catre. Elevé los puños hacia el cielo y dije: “¿Cómo pudiste hacerme esto, Dios? He hecho todo lo que estaba de mi parte para prepararme; no hay nada que podría haber hecho, que no hubiera hecho. ¿Cómo pudiste hacerme esto?”. Estaba tan amargado como la hiel.
Luego oí una voz, y reconocí su tono. Era mi propia voz que decía: “Yo soy el jardinero aquí, y sé lo que quiero que hagas”. La amargura abandonó mi alma y caí de rodillas cerca del catre para pedir perdón por mi ingratitud y amargura. Mientras me encontraba ahí, arrodillado, escuché un himno que estaban cantando en la tienda vecina. Un grupo de jóvenes mormones se reunía ahí regularmente cada martes por la noche. Por lo general yo me reunía con ellos; nos sentábamos en el suelo y efectuábamos una reunión de la Mutual. Mientras me encontraba arrodillado, suplicando perdón, oí que sus voces cantaban:
Mas si Él me llama
a sendas que yo nunca caminé,
confiando en Él, le diré:
Señor, a donde me mandes, iré.
Himnos, N° 175)
Me puse de pie convertido en un hombre humilde; y ahora, casi cincuenta años más tarde, miro hacia arriba y digo: “Gracias, Señor Jardinero, por talarme, por quererme lo suficiente como para herirme”. Veo ahora que no era prudente que yo llegara a ser general en ese tiempo, porque si así hubiera sido, habría sido oficial mayor de todo Canadá Occidental, con un atractivo salario vitalicio, un lugar donde vivir y una buena pensión; pero habría criado a mis seis hijas y dos hijos en cuarteles del ejército. Indudablemente se habrían casado fuera de la Iglesia y creo que yo no habría llegado a mucho. De todos modos, hasta ahora no he llegado a mucho, pero he hecho más que lo que habría hecho si el Señor me hubiese dejado ir en la dirección que yo quería.
Muchos de ustedes tendrán experiencias muy difíciles: desaliento, desilusión, aflicción, derrota. Serán probados, pero si no obtienen lo que creen merecer, recuerden que Dios es el jardinero aquí; Él sabe lo que Él desea que lleguen a ser; sométanse a Su voluntad; sean dignos de Sus bendiciones y las recibirán.
Publicado anteriormente en la revista New Era de enero de 1973.
Hugh B. Brown nació en Granger, Utah, y se crió en Alberta, Canadá. Desde 1961 hasta 1970 fue consejero de la Primera Presidencia, de David O. McKay, noveno Presidente de la Iglesia. Fue orador y maestro excepcional, lleno de amor y comprensión por los jóvenes de la Iglesia.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

EL LIBRO DE MORMÓN. COMENTARIO A LA EDICION DE 1981

En las ediciones anteriores del Libro de Mormón publicadas en inglés, se han perpetuado algunos pequeños errores que se han reflejado en las traducciones al español. Esta edición contiene las correcciones que se ha estimado conveniente hacer a fin de que la obra esté de conformidad con los manuscritos originales, así como con las primeras ediciones revisadas por el profeta José Smith. En la Serie de Simposios sobre el Libro de Mormón, George A. Horton, Jr. Afirma:

“Aún antes de que la edición de 1981 fuera publicada, un cuidadoso estudiante de los manuscritos originales y de las copias impresas dijo, ‘El gran valor que tienen estos manuscritos primeros es que en su mayor parte son la prueba de la exactitud del Libro de Mormón actual, el 99.9 % de la totalidad del texto, se ha publicado correctamente.’

Cuando el profeta José Smith dijo que ‘El Libro de Mormón era el más correcto de los libros sobre la tierra,’ es evidente que no se refería a gramática, puntuación, o deletreo. Él se refería a la claridad y profundidad de la doctrina, a la misión y mensaje del libro, al espíritu de inspiración que fomenta, al divino deseo que enciende la chispa en el alma, para efectuar el ‘poderoso cambio,’ y al amor inseparable del Señor, que él trae a nuestros corazones.”

Para un reporte más minucioso de problemas de deletreo específico, tipografía, puntuación, vea el capítulo 14 de la Serie de Simposios sobre el Libro de Mormón, por George A. Horton, Jr. Editores: Paul R. Cheesman, Monte S. Nyman, y Charles D. Tate, Jr. Provo, Utah: Centro de Estudios Religiosos, BYU, 1988-1995.

“Al resumir la importancia de las nuevas ediciones de las escrituras, el Élder Packer comenta,

'La publicación de la versión Rey Santiago de la Biblia de los Santos de los Últimos Días y la nueva combinación triple con todas sus ayudas son de una importancia formidable para todos los miembros de la iglesia. Todo lo que se podía hacer, se ha hecho para ayudar a abrir las escrituras a los miembros de tal manera que puedan conocer el evangelio de Jesucristo'”

¿Qué contenían las planchas de bronce de Labán?

La descripción de Nefi lo explica por sí misma. Las planchas de bronce contenían la historia de los Judíos desde la creación, hasta los días de Lehí. Incluía las profecías del antiguo testamento escritas antes de los días de Lehí. Incluso las profecías de Jeremías, un contemporáneo de Lehí, estaban en las planchas. (ver 1 Ne 5:13). Casi todos las profecías de los principales profetas fueron registradas. El registro Nefita no hubiera podido incluir las profecías de Daniel, Ezequiel, Miqueas, o Malaquías. Esto se deja ver en el ministerio del Salvador entre los Nefitas. En ese tiempo, el Señor se asegura de que las más importantes escrituras fuesen parte de los anales Nefitas. Esto requirió que el Salvador parafraseara algunas de las profecías del Antiguo Testamento, ya sea por su gran importancia doctrinal o por no estar en los registros de los Nefitas. Un cuidadoso estudio de 3 Nefi, demuestra que a quienes más citó el Salvador fueron Isaías, Miqueas y Malaquías.

Las planchas de bronce constituían un inmenso haber de literatura, mayor que nuestro actual Antiguo Testamento. Esto se refleja en la afirmación de Nefi, y es (la Biblia actual) una narración semejante a los grabados sobre las planchas de bronce, aunque menos en número (1 Ne 13:23). Las planchas de bronce, obviamente contenían una cantidad considerable de literatura, que ya no se puede encontrar en nuestro Antiguo Testamento. Contenía las palabras de muchos profetas, cuyo mensaje, si no fuera por el Libro de Mormón, se hubieran perdido en el mundo. Fueron hombres que enseñaron claramente de un Mesías que vendría en la carne a redimir a su pueblo. Estos profetas incluyeron a Zenoc, Zenós y Neum (ver guía para el estudio de las escrituras).

1 Nefi 5:11 los cinco libros de Moisés

Los cinco libros de Moisés se conocen como el "Pentateuco." El diccionario de la Biblia lo define como:

"Una palabra griega que significa ‘libro dividido en cinco estuches’, un nombre dado a los cinco libros con que empieza nuestra Biblia y que contiene la Torá o ley de Israel. El Penteteuco fue escrito por Moisés, aunque es evidente que él utilizó otras fuentes documentales, de las cuales compendió el Génesis, además utilizó la divina revelación que se le dio. Es también evidente que los escribas y copistas dejaron su huella en el Pentateuco que tenemos actualmente; por ejemplo, la explicación de la supuesta muerte de Moisés (Deut. 34:5-2) fue añadida seguramente por una mano posterior. Pero la revelación de los últimos días confirma que Moisés fue el autor de los primeros cinco libros de la Biblia."
Los primeros cinco libros de Moisés representan lo más importante del canon Judío. La Torá es la biblia Judía y no contiene otra cosa que los cinco primeros libros de Moisés. El Talmud contiene muchos otros escritos del Antiguo Testamento, pero éstos son considerados de menor importancia – doctrinal e histórica.

martes, 30 de agosto de 2011

Liahona Agosto 2011

domingo, 31 de julio de 2011

Honradez: ¡Más vale que me crean!

Al revelar los Diez Mandamientos, el Señor declaró: “No hurtarás. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio”. El Artículo de Fe número trece de la Iglesia declara: “Creemos en ser honrados”. Ser honrado significa ser sincero, veraz y sin engaño en todo momento.
Hermanos, todos debemos estar preocupados acerca de la sociedad en que vivimos, una sociedad que podría considerarse como un Armagedón moral. Me preocupa el efecto que puede tener sobre nosotros, que somos los poseedores del sacerdocio de Dios. Hay tanta gente en el mundo que parece no distinguir el bien del mal o no importarle lo que es bueno o malo. Todos conocemos el decimotercer Artículo de Fe, el cual deseo destacar: “Creemos en ser honrados, verídicos, castos, benevolentes, virtuosos y en hacer el bien a todos los hombres; en verdad, podemos decir que seguimos la admonición de Pablo: Todo lo creemos, todo lo esperamos; hemos sufrido muchas cosas, y esperamos poder sufrir todas las cosas. Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos”.
Es necesario que todos sepamos lo que significa ser honrados. La honradez es mucho mas que no mentir. Significa decir la verdad, hablar la verdad, vivir la verdad y amar la verdad. John, un niño suizo de 9 años que formaba parte de una de las compañías de carros de mano, es un verdadero ejemplo de honradez. Su padre había puesto en el carro de mano cierta cantidad de carne de bisonte y dijo que había que guardarla para la cena del domingo. John expresó: “Mientras empujaba el carro de mano, tenía tanta hambre y aquella carne olía tan bien que no pude resistir mas. Yo llevaba una pequeña navaja de bolsillo … y aunque sólo podía esperar que mi padre me castigara con severidad cuando se enterara, todos los días cortaba pequeños trozos de ella. Los masticaba durante tanto tiempo que se iban poniendo de color blanco hasta no llegar a tener gusto alguno. Cuando mi padre fue a buscar la carne, me preguntó si yo habla estado cortando algo de ella. Yo le respondí que sí, que había tenido tanta hambre que no pude resistir la tentación. En lugar de regañarme o castigarme, mi padre se alejó con lágrimas en sus ojos”’.
Deseo hablarles con franqueza acerca de la honradez. La honradez es una brújula de la moral para guiarnos en la vida. Ustedes, los jóvenes, se hallan bajo una gran presión para aprender acerca de la tecnología que tan rápidamente se esta expandiendo en el mundo. Sin embargo, esa formidable exigencia de sobresalir en el conocimiento intelectual suele desorientar a la gente en cuanto a lo que es mas importante: la honradez y la integridad.
Hacer trampas en la escuela es una manera de engañarse a s mismo. A la escuela vamos para aprender y nos engañamos a nosotros mismos cuando nos aprovechamos de los esfuerzos y de los conocimientos de los demás.



Hermanos, se que el Señor continuara bendiciéndonos si seguimos siendo honrados, fieles y leales a nosotros mismos y a esta gran causa. El progreso de esta obra es un testimonio de su verdad; aun así, cada uno de nosotros puede obtener su propio testimonio personal por medio del don del Espíritu. Yo poseo ese testimonio, el cual inunda lo mas profundo de mi alma. Que el Señor nos bendiga al proseguir en esta sagrada causa, ruego en el nombre de Jesucristo. Amén.

ARTICULO COMPLETO http://lds.org/general-conference/1996/10/honesty-a-moral-compass?lang=spa

Cuida tus pasos


"La compasión de los amigos que viven las enseñanzas de Cristo influye profundamente en nuestra vida y la cambia. Debemos recordar que el Señor a menudo envía "bendiciones de lo alto, por medio de las palabras y los actos de las personas que aman". El amor es la esencia del Evangelio de Jesucristo. En esta Iglesia, muchas veces las oraciones en las que se pide ayuda el Señor las contesta por medio del simple servicio diario de hermanos y hermanas que se preocupan por los demás. En la bondad de los amigos genuinos, he visto reflejada la bondad del Señor mismo. Siempre me he sentido humilde al reconocer que el Salvador nos considera a todos Sus amigos cuando decidimos seguirlo y guardar Sus mandamientos."(Elder Joseph B. Wirthlin, Liahona enero 1998, págs. 37,38)

miércoles, 13 de julio de 2011

LA IMPORTANCIA DE LOS TEMPLOS

"Todo templo que esta Iglesia ha edificado se ha erigido, en efecto, como un monumento a nuestra creencia en la inmortalidad del alma humana, de manera que esta fase de la vida terrenal a través de la cual pasamos forma parte de un ascenso continuo, por así decirlo, y que tan ciertamente como hay vida aquí, habrá vida allí. Ésa es nuestra firme creencia; procede de la expiación del Salvador, y el templo se convierte, tal como lo he indicado, en el puente de esta vida a la venidera.

El templo tiene que ver con las cosas de la inmortalidad. No tendríamos que edificar templos para celebrar matrimonios si no creyéramos en la eternidad de la familia. Los construimos para que la familia pueda ser eterna. Todas las ordenanzas que se realizan en la Casa del Senior se convierten en expresiones de nuestra creencia en esa doctrina básica y fundamental. Por tanto, el templo se convierte en el elemento definitivo de nuestro sistema de adoración y, por ende, tiene gran importancia y significado para nosotros."

NO SE CONVIERTAN EN UN ESLABÓN DÉBIL


"Ustedes son parte del gran proceso de Dios por el cual han pasado los hombres y las mujeres que se han ido antes que ustedes. Todo lo que son, tanto física como mentalmente, será transmitido a través de ustedes a las generaciones venideras; por lo que es tan importante, tan eternamente importante, mis hermanos y hermanas, que no se conviertan en un eslabón débil en la cadena de sus generaciones"

martes, 14 de junio de 2011

JOYAS SUD.


Hoy les traigo a todos los visitantes del Blog un recurso que ya muchos hermanos sud del Área Sudamérica Sur están recibiendo desde hace tiempo en sus correos, este es el llamado JOYAS SUD.



¿En que consiste Joyas Sud?, para explicarlo de manera bien sencilla puedo decir que semanalmente recibirá en su correo electrónico un e-mail que contiene un cita inspiradora de un líder de la Iglesia acerca del evangelio con el fin de fortalecer su testimonio y fortalecer a la familia.



Realmente es una herramienta muy útil que nos brinda la posibilidad de conocer citas que otras veces no hemos escuchado o leído, además son geniales para ser utilizadas en discursos, clases, noches de hogar y en el día a día de nuestras vidas.


A fin de que puedan suscribirse y recibir las JOYAS SUD en sus correos

LAS BENDICIONES DE LOS CONSEJOS ELDER M.BALLARD

20110524231512-m-russell-ballard-large.jpgHace unos años, cuando prestaba servicio como obispo, una familia de nuestro barrio pasó por una crisis cuando el padre perdió su trabajo. Yo estaba preocupado por su bienestar y los visité para asesorarlos y ofrecerles la ayuda de la Iglesia. Curiosamente, se mostraron reacios a aceptar mi oferta de ayuda provisional, por lo que llevé el asunto al consejo de barrio. Con un espíritu de amorosa confidencialidad, compartí con ellos mi preocupación por esa maravillosa familia y les pedí ideas para saber cómo podríamos bendecirlos.

Nuestra presidenta de la Sociedad de Socorro se ofreció para visitar a la madre a fin de determinar las necesidades temporales de la familia y analizar con ellos la forma de conseguir las cosas que necesitaran —lo cual, por supuesto, era la responsabilidad de ella, según el programa de la Iglesia. En un par de días ella había logrado lo que yo no había conseguido y la familia, con humildad y gratitud, aceptó que la ayudáramos con los artículos de primera necesidad. El presidente del quórum de élderes habló con el padre sobre la familia —lo cual, por supuesto, era su derecho y deber— y se mantuvo en contacto con él para explorar maneras de conseguir un trabajo. Nuestro presidente de Hombres Jóvenes se dio cuenta de que la casa necesitaba urgentemente una mano de pintura e hizo arreglos para que los presbíteros trabajaran con el grupo de sumos sacerdotes para pintarla.

Durante el transcurso de mi conversación con los padres, me enteré de que estaban muy endeudados y atrasados con el pago de la hipoteca de la casa. De acuerdo con las pautas aprobadas de bienestar, indagué sobre la posibilidad de que sus familiares pudieran ayudar, pero recibí muy poca información. Sin embargo, nuestra presidenta de la Sociedad de Socorro pudo averiguar que la madre tenía un hermano adinerado.

“No hay razón para ponerse en contacto con él”, dijo la madre. “Hace años que ni siquiera hablamos”.

Yo comprendía su dilema, sin embargo, sentí que era importante seguir el orden de la Iglesia. De modo que lo consulté con ella y finalmente recibí su permiso para contactar a su hermano que vivía en una ciudad lejana. Lo llamé y le expliqué las circunstancias difíciles en las que se encontraba su hermana menor. A los tres días llegó a Salt Lake City y ayudó a su hermana a poner sus asuntos financieros en orden. Mientras tanto, el presidente del quórum de élderes ayudó al esposo a encontrar un trabajo estable con buenos ingresos.

Más importante, sin embargo, fue que se acercaron y se unieron más como familia. Creo que jamás olvidaré ese emotivo momento en que la madre se reunió con su hermano después de muchos años de separación. Aunque su hermano se había alejado de la Iglesia, hubo un inmediato vínculo afectivo entre los dos espíritus y, como resultado, el hermano volvió a la plena actividad en la Iglesia y reanudó su relación con la familia.

Todo esto sucedió gracias a la inspirada labor de un fiel consejo de barrio que funcionó de acuerdo con el programa que Dios ha señalado para Sus hijos por medio de Sus siervos.



Cómo fortalecer a los que necesitan ayuda

“Los miembros del consejo de barrio se esfuerzan por estar informados de las necesidades, del bienestar y del progreso espiritual de los miembros de sus organizaciones. También se mantienen informados sobre los miembros que se enfrentan a problemas especiales o a circunstancias variables. Esta información les permite fortalecer a quienes más precisan su ayuda”.



Manual de Instrucciones 2: Administración de la Iglesia, 2010, sección 4.5.1

martes, 7 de junio de 2011

Pte. Howard W. Hunter,




"Todos nos enfrentamos a veces con la necesidad de recibir ayuda celestial en alguna forma especial y urgente; todos tenemos momentos en que nos encontramos agobiados por las circunstancias o confusos por los consejos que nos dan otras personas y sentimos una gran necesidad de recibir guía espiritual, una gran necesidad de encontrar el camino correcto y de hacer lo que debemos. Quizás no haya promesa más tranquilizadora que aquella de la ayuda divina y de la guía espiritual en momentos de necesidad. Es un don que recibimos en abundancia del cielo, un don que necesitamos desde nuestra más tierna infancia hasta el último día de nuestra vida."



(Pte. Howard W. Hunter, Liahona enero 1989, pág.61)